Lejos del discurso de ascenso vendido por el Consejo, la primera incorporación invernal del Racing indica bien a las claras que por fin Harry y Berdejo se han dado cuenta que el objetivo del equipo no es otro que la permanencia. La cesión de un futbolista del Alcorcón deja bien a las claras que ahora mismo solo se busca des del club gastar el menor dinero posible en apuntalar a un equipo llamado a estar en la parte baja de la tabla.
Sin menospreciar los números y el conocimiento que tiene Quini de la Liga Adelante (35 goles en las dos últimas temporadas), lo cierto es que llega como descartado por un equipo más que modesto y a años luz como institución que lo representa históricamente el Racing, y eso es mala señal para el racinguismo, que ya empieza a ver la continuidad en la Liga Adelante como el mal menor al que se puede aspirar.
Dicho lo dicho, y con nula confianza en los gestores a los que nos está tocando sufrir en el Racing, sólo queda esperar que Quini se parezca a ese futbolista que sorprendió a propios y extraños en su tardío debut en la categoría de plata del fútbol español y no crea, como algún compañero suyo, que Santander es simplemente una estación de paso más en su carrera futbolística.